El yoga apareció en mi vida con el mejor guía posible, Fran. Fran es mi vecino, y me hablaba en la escalera de que probara sus clases de yoga. Creo que tardé un año en decidirme, porque a mí, aunque me gustan mucho las artes marciales, el tema de la meditación me parecía como demasiado lejano para "mi mundo"
Pero un día decidí probar y salí de allí pensando que porqué no lo habría probado antes.
Fran es profesor de sivananda yoga y ashtanga. Sus clases son muy clásicas y por eso sientes que te transportan un poco a la India. Al entrar en la sala, ya se siente la tranquilidad y los demás compañeros de clase transmiten siempre dosis de alegría. Allí nadie se queja de nada. Ahora en verano que he hecho autoyoga en casa porque me fui a otra comunidad, estoy deseando volver a la isla, porque en casa no es lo mismo.
El yoga físicamente me ha hecho sentir ágil, elástica y fuerte. Me he sentido rejuvenecer diez años. Ya no se me hinchan los pies ni me siento pesada ni desganada para hacer cosas. Ya no me duele la espalda ni me da ciática desde que empecé a hacer yoga. Juego más con mis hijos, hago más deporte con ellos en general. Llego a enjabonarme la espalda en la ducha y he recuperado mi cintura. Y algo muy importante, tengo muchísima calidad de sueño, duermo como un bebé.
Y una cosa curiosa que me ha encantado del yoga, es que se me ha levantado un párpado gandul con los ejercicios de ojos.
Con los pranayama, las respiraciones que hacemos en yoga, siento como si se limpiara y se refrescara todo mi cuerpo por dentro.
Yo hago el yoga integral, y en él Fran, aparte de las posturas físicas (ásanas) y las respiraciones (pranayana) dedica un tiempo a la semana en explicarnos la filosofía del Yoga y la compara muchas veces con la psicología de tipo cognitivo conductual de la que me he hecho una lectora aficionada. Gracias a este tiempo y al tiempo que dedicamos a la reflexión y a la meditación, Fran me ha proporcionado muy buenas herramientas para afrontar algunas situaciones que se me han presentado y que producen cambios en nuestra vida que a veces me atemorizan por pensar demasiado lo quepueden implicar en el futuro, sobre todo, cuando piensas que pueden afectar a las personas más vulnerables que más quieres, tus hijos.
Con el Yoga, Fran me ha ayudado a acercarme al momento presente, a vivirlo con intensidad, a disfrutarlo, convirtiendo el pasado en bonitos recuerdos y a dejar de atemorizarme o preocuparme o ansiar un futuro que no existe.
Gracias por existir Ganesha, gracias Fran por enseñarnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario