Creo firmemente que estas dos disciplinas de la mente tienen los suficientes nexos en común para que el estudio de ambas sea enriquecedor a un nivel profundo de la psique humana. Casi transformador. Un diálogo entre la tradición Occidental y la Oriental, entre ciencia y tradición. Y es que Albert Ellis en los años cincuenta y mucho antes que él, Patanjali, considerado el padre del Yoga Clásico, señalaron que la felicidad es producto de una mente aliada, con un diálogo interior productivo y sano, libre de creencias tóxicas o venenos mentales como lo llaman en la tradición hindú.
Patanjali Maharishi
La famosa frase de Epicteto "No nos perturban las cosas, sino nuestros pensamientos sobre las cosas" ejemplariza este pensamiento. Quiere decir que no son las circunstancias u objetos externos lo que nos produce odio, deseo o miedo, sino nuestro propio debate interno con respecto a esas mismas circunstancias. Podemos transformarnos en personas fuertes a nivel emocional. Debemos acabar con la mente del mono loco, esa que salta de rama en rama sin control, si queremos ser felices. Ponerle el "yugo" (de esa palabra deriva el término yoga) a una mente que se orienta al miedo y la preocupación. "El REY que no domina su mente es un mendigo, el mendigo que domina su mente es un REY" afirma un antiguo adagio. Ya a estas alturas de la vida sabemos que no son las posesiones materiales, viajar mucho, tener pareja, lo que contribuye a la plenitud. Lo que contribuye al bienestar físico y emocional es una mente equilibrada. Esta se trabaja, aquí mostraré el método.
Nada de lo que expongo aquí es de mi cosecha. Lo único que he hecho es subirme a los hombros de estos dos gigantes para intentar vislumbrar, aunque sea por un instante, la sabiduría perenne. Si les apetece, con los diferentes post que subiré aquí, podremos realizar un viaje hacia nosotros mismos. Como dijo otro grande, Henry David Thoreau: "Dirige tu mirada al interior y encontrarás mil regiones en tí mismo aún por descubrir. Recórrelas y serás experto en cosmografía doméstica".
¿Me acompañan?
Namaste.
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